Reseña | Me and Earl and the Dying Girl

IMAGEN

Título Original: Me and Earl and the Dying Girl | Autor: Jesse Andrews | Serie: Autoconclusivo | Editorial: Nube de Tinta | N° de Páginas: 320 | ISBN: 9788415594567

Rating: ★★★½★★

Greg Gaines tiene diecisiete años, un aspecto que deja mucho que desear y una coraza con la que se protege del mundo. Lo que mejor define su personalidad es una mirada autocrítica y una actitud sarcástica hacia los demás. Su único amigo es Earl Jackson, un chico bastante desabrido, malhablado y con una situación familiar difícil. Los jóvenes nihilistas comparten una pasión por los videojuegos y, sobre todo, por el cine y dedican gran parte de sus tiempo libre a hacer remakes de su películas favoritas. Todo cambia en la vida de Greg cuando su madre le obliga a visitar a Rachel, una chica con leucemia con la que el muchacho tiene un pasado común. 

Estoy segura de que ya muchos habrán escuchado hablar acerca de este libro, ya sea por su adaptación cinematográfica que se estrenó hace mas o menos un año o porque forman parte de este mundillo lector en el cual un libro que contiene a un personaje que sufre de cáncer no pasa desapercibido.

¿Quieres sacar una lagrima forzada a tu público? ¿hacerlo compadecerse de un personaje en específico? Pon un personaje con cáncer, verás que fácil cae (te estoy mirando a ti).

En fin, aunque ya venía informada acerca de que Me and Earl and the Dying Girl iba acerca de otro rollo con respecto a este tema, una parte de mi seguía con el temor de encontrarme a un Bajo la Misma Estrella 2.0, y no podría haber estado más equivocada.

Está historia nos cuenta la vida de Greg, un adolescente que está entrando a su último año de instituto y ha seguido una importante regla de supervivencia a lo largo de este: no confraternizar con nadie; sin amigos, no hay enemigos. 

Desde que era pequeño disfruta de ver películas y grabar, junto a Earl, su único y mejor amigo, versiones más distorsionadas de ellas. 

A pesar de sus esfuerzos por querer pasar desapercibido en este último año, Greg se verá envuelto (gracias a su madre) en la vida de Rachel, una compañera de clase que ha sido detectada de leucemia.

Me cuesta mucho tratar de enfocar la trama central del libro, ya que en realidad no cuenta con tan sólo una, sino que está conformado por diferentes temas. Mi favorito en particular fue la manera en que se lleva el tema de la mortalidad, presentándose mediante un protagonista que nunca ha reflexionado acerca de aquello y que nunca había tenido que atravesar esto anteriormente. 

El libro está cargado de humor negro, lleno de partes en las que llega a parecer insensible y cínico, pero está fue una de las cosas que más me gustaron, Que Greg no fuera un chico lleno de valores, como a lo que normalmente nos tienen acostumbrados en el YA, me encantó. 

Es un personaje realista, lleno de pensamientos egoístas, estúpidos e inmaduros, y no duden en que me dieron ganas de abofetearlo de vez en cuando, pero también me hizo caer en la cuenta de que si alguien pudiera leer todo lo que pienso, probablemente me darían tantas bofetadas como a él.

Esperaba encontrarme con más protagonismo de Rachel, que en realidad, como personaje, no es un pilar tan fundamental en la historia. Diría que todas las cosas que conllevan su enfermedad si lo son, pero ella no lo es.

A lo largo del libro nunca llegamos a conocerla por completo, y me hubiera gustado que se le otorgara más protagonismo a ella como personaje que como factor de los sucesos.

A Earl nos lo presentan como el típico amigo negro y mal humorado con una familia destrozada, pero este personaje demuestra ser mucho más complejo e interesante que el protagonista mismo, que se pasa unas cuantas veces asegurándote que Earl es una "buena persona", hecho que se demuestra más adelante. (Pongo "buena persona" entre comillas ya que esta es la definición que yo tengo de "buena persona", pero esto pude variar depende de quien lo lea. La definición, digo. En fin, que estoy divagando.)

Para terminar, Me and Earl and the Dying Girl es una de esas novelas que necesito leer de vez en cuando. Cargada de un humor que disgusta a muchos y un protagonista que lo hace aún más, esta ha sido una lectura que califico de entretenida y honesta.