Normalmente no suelo hace este tipo de entradas; entradas en las cuáles me alejó de cualquier motivo literario y les platico de cualquier ambigüedad que me venga a la mente.
Hoy es año nuevo y me he decidido a que conozcan un poco más de mi, no tan sólo de la bloggera, de la persona que esta detrás de la pantalla rompiendo las teclas cada semana, sino un poco más de Fátima en su esencia.
Este año ha sido bastante difícil para mi, sufrí una gran pérdida en mi familia que fue la de mi hermano mayor en un accidente de coche.
Esto cambio mi perspectiva de ver las cosas de un modo impresionante; todos los días al prender el televisor en las mañanas y al ver en las noticias de muertes de cientos y cientos de personas al día era algo bastante alejado de mi realidad, algo que nunca di por hecho hasta que me sucedió a mi.
Al quedar como la mayor de tres pequeños tuve que hacerme la fuerte; no permitirme llorar en ningún momento y estar junto a mis padres haciéndoles pequeñas bromas y distracciones que los alejaran de su dolor, fingiendo estar bien cuando en realidad todo lo que hacía era guardarme el dolor dentro de mi.
Así fue hasta que semanas después volví a clases de las vacaciones por fiestas patrias; fue ahí cuando deje por fin de hacerme la fuerte frente a mis tres mejores amigos y me derrumbe junto a ellos. Lloré durante horas y horas, y así fue como por fin pude volver a reír auténticamente.
También esta lo muy cercana que me he vuelto a mi papá en estos últimos meses, adoro salir a caminar con él y reírnos de cualquier tontería.
O el tercio superior que alcance en el instituto, el cual estoy usando de arma para conseguirme una beca universitaria de intercambio.
Para mi este 2015 ha tenido sus altos y bajos. Soy bastante joven y sé que cosas malas y maravillosas me esperan a la vuelta de la esquina, pero creo que aprenderé a lidiar con ellas poco a poco.
Y posiblemente me tiemble la mano al presionar el botón de publicar, por la gran catarsis que he hecho aquí.
En fin, tan sólo quiero desearles las mejores cosas para este nuevo año; sé que tan solo es un salto de un día a otro, pero el sentimiento de que podemos mejorar es mucho más esperanzador, y prefiero aferrarme a él.
Este es mi segundo año en el blog y no puedo dejar de repetirme a mi misma de como es que tan rápido ha pasado el tiempo. Parece que fue hace apenas unos meses cuando descubrí la bloggosfera y decidí subirme al tren.
Creo que a el blog y a mi nos falta un gran y largo camino por recorrer en todos los aspectos, y pienso que algún día ambos terminaremos ese caminos felices y satisfechos.
Espero que ustedes también lo hagan.
Hoy es año nuevo y me he decidido a que conozcan un poco más de mi, no tan sólo de la bloggera, de la persona que esta detrás de la pantalla rompiendo las teclas cada semana, sino un poco más de Fátima en su esencia.
Este año ha sido bastante difícil para mi, sufrí una gran pérdida en mi familia que fue la de mi hermano mayor en un accidente de coche.
Esto cambio mi perspectiva de ver las cosas de un modo impresionante; todos los días al prender el televisor en las mañanas y al ver en las noticias de muertes de cientos y cientos de personas al día era algo bastante alejado de mi realidad, algo que nunca di por hecho hasta que me sucedió a mi.
Al quedar como la mayor de tres pequeños tuve que hacerme la fuerte; no permitirme llorar en ningún momento y estar junto a mis padres haciéndoles pequeñas bromas y distracciones que los alejaran de su dolor, fingiendo estar bien cuando en realidad todo lo que hacía era guardarme el dolor dentro de mi.
Así fue hasta que semanas después volví a clases de las vacaciones por fiestas patrias; fue ahí cuando deje por fin de hacerme la fuerte frente a mis tres mejores amigos y me derrumbe junto a ellos. Lloré durante horas y horas, y así fue como por fin pude volver a reír auténticamente.
También esta lo muy cercana que me he vuelto a mi papá en estos últimos meses, adoro salir a caminar con él y reírnos de cualquier tontería.
O el tercio superior que alcance en el instituto, el cual estoy usando de arma para conseguirme una beca universitaria de intercambio.
Para mi este 2015 ha tenido sus altos y bajos. Soy bastante joven y sé que cosas malas y maravillosas me esperan a la vuelta de la esquina, pero creo que aprenderé a lidiar con ellas poco a poco.
Y posiblemente me tiemble la mano al presionar el botón de publicar, por la gran catarsis que he hecho aquí.
En fin, tan sólo quiero desearles las mejores cosas para este nuevo año; sé que tan solo es un salto de un día a otro, pero el sentimiento de que podemos mejorar es mucho más esperanzador, y prefiero aferrarme a él.
Este es mi segundo año en el blog y no puedo dejar de repetirme a mi misma de como es que tan rápido ha pasado el tiempo. Parece que fue hace apenas unos meses cuando descubrí la bloggosfera y decidí subirme al tren.
Creo que a el blog y a mi nos falta un gran y largo camino por recorrer en todos los aspectos, y pienso que algún día ambos terminaremos ese caminos felices y satisfechos.
Espero que ustedes también lo hagan.