Eleanor es nueva en el instituto: su vida familiar es un desastre; con su intenso pelo rojo y su extraña y poco conjuntada forma de vestir no podría llamar más la atención aunque lo intentase. Park es un chico mitad coreano: su vida familiar es tranquila; no es exactamente popular, pero con sus camisetas negras, sus cascos y sus libros ha conseguido ser invisible. Todo empieza cuando Park accede a que Eleanor se siente a su lado en el autobús del instituto el primer día de clase. Al principio ni siquiera se hablan, pero poco a poco comparten sus hobbies y empiezan una relación de amistad... para terminar enamorándose de la forma en que te enamoras la primera vez, cuando eres joven, y sientes que no tienes nada y todo que perder.
Eleanor es la chica rara, la gorda, la sarcástica, la estrafalaria, la pelirroja, la fría, la de familia desestructurada, la cual todos molestan. Park es el chico medio asiático, el coreano, el que siempre viste de negro, el que se mantiene al margen pero no es un marginado.
A la hora de subir al autobús, ella, buscando un asiento, se le ocurre la magnifica idea de sentarse atrás, con los chicos populares y ruidosos, pero un chico asiático le dice, con brusquedad, que se siente a su lado.
Es muy raro que ese pequeño comienzo marcara una de las historias mas hermosas que he leído. Ahora que puedo verla desde otro punto de vista, me parece muy hermosa, de esas que te hacen sentir como un pastelillo de chocolate
La narrativa de esta historia es en tercera persona desde el punto de vista de Eleanor y Park, me gusto mucho poder ver como cada una veía las mismas situaciones pero de un modo tan distinto.
La autora trata de explayarse en muchos temas, en los cuales en unos acertó y en otros no. Por ejemplo, todo el tema del romance y el primer amor me pareció perfecto, sus personajes expresan todo lo que los jóvenes sentimos y no decimos.
Uno de los temas en los que ella no acertó fue el bullying, no lo logro tomar el potencial de este tema y abarcarlo por completo.
Los personajes me gustaron mucho, sin excepciones. Una de las cosas con las que entro al leer un libro de esta autora es que me voy a encontrar a personajes muy reales, de diferentes personalidades, pero reales.
Me encanto Eleanor que no fuera la típica adolescente americana con mas clichés que la mismísima Barbie, ella es sarcástica e insegura, un personaje al cual le toco vivir cosas difíciles y, aunque por dentro es una torbellino, no se rinde.
No vi nada propio de ella en el final, simplemente no parecía el mismo personaje que leí durante todo el libro.
A Park le he agarrado un gran cariño. Él no es el típico galanazo que pone la mirada en un punto en blanco para lucir misterioso, él es un chico con tantas inseguridades como Eleanor, solo que no lo aparenta.
En conclusión, E&P es una historia hermosa, es dulce, amarga, maravillosa y triste, igual que la vida. Te muestra como es en realidad y que no todo son finales felices.