Reseña | Tal vez Mañana

Maybe Someday | Colleen Hoover
Autoconclusivo | Planeta | 560 páginas
★½★★★★

«A los veintidós años, Sydney lo tiene todo: el novio perfecto, un futuro brillante y un bonito apartamento que comparte con su mejor amiga. Pero todo cambia el día en que Ridge, su misterioso y atractivo vecino músico, le advierte que su novio la engaña con su mejor amiga y Sydney debe decidir qué hacer con su vida. Sólo con lo puesto y sin recursos, Ridge la acoge en su casa y no deja de sorprenderla. Sydney vibra cuando él toca sus hermosas melodías y, aunque el corazón de Ridge está ocupado, él no puede ignorar que ha encontrado a su musa. Cuando finalmente se den cuenta de que se necesitan, entenderán que los sentimientos no pueden traicionar al corazón. »

No sé si se los había comentado anteriormente, pero el género New Adult y yo nos repelemos mutuamente. Nos odiamos, somos como el agua y el aceite, perro y gato; creo que ya lo entendieron. 

A pesar de aquello siempre hay excepciones, libros pertenecientes a este género que me gustaron mucho. Realmente llegué a creer que esta novela formaría parte de este último grupo, que a pesar de mi primer (y no tan satisfactorio) roce con Colleen Hoover, este sería mi gran acierto. But no.

Esta novela nos cuenta la historia de Sydney, una chica de veintidós años que vive la vida más perfecta que se pudo imaginar. Tiene un buen trabajo, un apartamento que comparte con su mejor amiga y el novio más perfecto, ¿qué más se podría pedir?

Pues al parecer bastante, ya que, cuando Sydney descubre que su novio la estuvo engañando con su mejor amiga en sus propias narices, Sydney pierde todo lo anterior; el trabajo, el apartamento y el novio (plus, también la mejor amiga).

A raíz de todo esto, Sydney termina viviendo junto a Ridge, su ex vecino, a cambio de que ella escriba las letras para las melodías de sus canciones. 

Uno de los elementos que odio encontrarme en las novelas es el "engaño" romantizado. ¿Y por qué romantizado? Al ser los protagonistas los que cometen esto, el autor trata de justificarlo o hacerlo pasar por algo romántico, otro bache más en el camino de los tortolitos.

Ese es exactamente el elemento en el que se basa esta novela. Colleen Hoover nos adentra a la historia mediante situaciones divertidas y graciosas (Sydney instalándose en el apartamento de Ridge, su "amistad", el proceso de escribir canciones) para luego soltarnos el bombazo y los kilos de drama.

Diría que los momentos que más tediosos me resultaron fueron todas las conflictivas internas que tenían ambos protagonista con lo referido a su relación.

Normalmente, el tener tantas páginas adentro de la mente de un personaje suele ser positivo, son las que te acercan más a ellos, pero estas dudas existenciales que se creaban Sydney y Ridge eran rídiculas, y, como cereza del pastel, repetitivas.

El gran problema inició en cuando los protagonistas se enamoraron. Oh santo dios de la papaya. Cuando se "enamoran".

EL DRAMA. El inmenso, infinito e innecesario drama. Para que quede registro, Ridge tenía novia en el momento en el que comienza a "sentir cosas" por Sydney. Él salía con una chica (desde hace más de cuatro años, cabe recalcar) en el momento en que comienza a "hacer cosas" con Sydney.

¿Y qué hace el susodicho? NADA. Sigue jugando a doble cara, mientras se siente arrepentido cada maldito momento, pero lo sigue haciendo. 

¿Qué hace Sydney? NADA. A parte de llorar como Magdalena y sentirse mal cada cinco segundos. 

Ella vivió lo mismo que le estaban haciendo a la novia de Ridge, pero eso no la detuvo. 

Esta relación que nace en medio de un engaño es romantizada a lo largo de la novela, y yo, como lectora, me niego a encariñarme o sentir empatía por dos personajes que parecen querer idealizarse a pesar de sus acciones.

Las escenas están llenas de drama al puro estilo de novela mexicana y situaciones en las cuales, supuestamente, debería haberme sentido triste. 

Se nota el gran esfuerzo que la autora le puso al querer convertir estás situaciones en algo melancólico y sufrido, cuando lo que en realidad logró fue indiferencia de parte mía.

Para terminar, este libro fue otra decepción más que se apunta en la lista de peores lecturas del año. Irónicamente, he de admitir que el soundtrack que se produjo especialmente para esta novela sí me gustó, en especial Maybe Someday (aún más irónico).
Tal vez deba darme por vencido con Colleen y aceptar, de una vez por todas, que sus historias no son mi taza de té.

 “Sometimes in life, we need a few bad days in order to keep the good ones in perspective.”